Primera
salida, desde el lugar de la Mancha, don Quijote con su
caballo Rocinante, salieron por la puerta falsa del corral, una mañana de un
caluroso día del mes de julio, los primeros pasos que dio don Quijote, fueron
por el antiguo y conocido campo de Montiel. Rocinante caminaba a su aire y don
Quijote pensando en ser nombrado caballero, para deshacedor de agravios y
enderezador de entuertos, que hacía falta en el mundo, “caminaba tan despacio
que el sol, entraba tan aprisa y con tanto ardor, que fuera bastante a
derretirle los sesos si alguno tuviera”, antes de anochecer llegaron a una
Venta que don Quijote creía que era un castillo, en la puerta de la Venta se
encontraban dos mujeres de estas que llaman de “partido”, que acertaron hacer
noche en la Venta, e iban con unos arrieros dirección Sevilla.
Este camino que llevaban las dos mujeres y los
arrieros, es el que viene desde Valencia cruce de Manjavacas, Campo de
Criptana, Puerto Lápice a Sevilla, (Como se verá en la segunda salida y que en
la actualidad es llamado carril de los valencianos).
El tiempo de tardanza de don Quijote y Rocinante,
desde el lugar de la Mancha, a la Venta donde fue armado caballero don Quijote,
es de menos de un día.
Por la noche después de cenar don Quijote, fue
armado caballero por el ventero, actuando como testigos las dos mujeres y un
muchacho que alumbraba con una vela. La Venta tenía una ermita que estaba en
ruinas, donde don Quijote esta noche no pudo velar sus armas, como era costumbre
de los caballeros andantes.
Al otro día por la mañana salió de la Venta para su
casa, tan contento y tan gallardo que el gozo le reventaba por la cincha de su
caballo, por verse ya armado caballero. No había andado mucho cuando oyó unas
voces que salían del encinar, dio la vuelta y se encontró una yegua atada a una
encina y en otra a un muchacho donde el labrador Juan Haldudo el rico, el
vecino de Quintanar, estaba azotando a su criado Andrés, que decía que le había
perdido algunas ovejas, que tenía pastando en el encinar. Viendo don Quijote lo
que pasaba, con voz airada dijo; “Descortés
caballero, mal parece tomaros con quien defenderse no puede…”
En el encinar, donde Juan Haldudo el rico, vecino de
Quintanar, pastaba su ganado, una de estas encinas milenaria, se ha tronchado
una de sus ramas de varios metros, por el peso de nieve acumulada en su copa y
el aire que hacía en el mes de marzo del 2018.
Esta encina milenaria es la más longeva de Europa y
la más grande de Cuenca. Sus dimensiones son: 21 m. de altura, 32 m. de ancho y
7,8 m. el perímetro del tronco. Se encuentra en Manjavacas, en el paraje
llamado “el Monte Chico”, cerca del río Záncara (Término de Mota del Cuervo).
Don Quijote después de deshacer el agravio y creer
liberado y pagado a Andrés, reanudó el camino para su casa. No había andado
mucho cuando llegó a un cruce de caminos que en “cuatro se dividía”, se detuvo
y después de haberlo muy bien pensado, soltó las riendas a Rocinante y este
cogió el camino de su caballeriza. Habían andado unas dos millas del cruce, cuando
se encontró con unos mercaderes toledanos que iban a Murcia a comprar seda. Este
camino es el único que viene desde Toledo, Tembleque, El Toboso, Cruce de
Manjavacas, El Provencio, Murcia a Cartagena. Cuando don Quijote llegó a la
altura de los mercaderes, tuvieron una pelea, un mozo de los que allí venían le
rompió la lanza y con los trozos le dio tal paliza que le dejo molidas las
costillas, dejándolo tendido en el suelo mal herido y sin poderse levantar.
Tendido en el suelo se encontraba cuando acertó a
pasar por allí un vecino suyo llamado Pedro Alonso, que venía de llevar una
carga de trigo al molino. Se acerco a él y conoció a Alonso Quijana (que así se
llamaba antes). Le ayudó a levantarse y después a llegar al pueblo al anochecer.
En su casa lo estaban esperando su sobrina, el ama, el cura y el barbero
Nicolás.
Esta pelea con los mercaderes toledanos, tuvo lugar
a dos millas del cruce de Manjavacas, donde se cruzan el camino de Toledo a
Murcia, con la vereda o cañada real de los serranos, que viene desde Soria,
Cuenca, La Mota, las cuevas de Montesinos, Lagunas de Ruidera a sierra Morena.
Por este cruce pasaba Pedro Alonso vecino de don Quijote, que venía de llevar
una carga de trigo al molino (en el término de Mota del Cuervo). En aquellos
años no existían los molinos de viento de Mota del Cuervo.
Posiblemente venía del molino que existía en el río
Záncara. A este molino en los años 50 del siglo XX, íbamos a comprar salvado
para los cerdos y las gallinas.
Con el libro de don Quijote de la Mancha en mano,
este es el recorrido que hicieron don Quijote y Rocinante en su primera salida,
por el antiguo y conocido campo de Montiel, cerca de El Toboso.
El camino de Toledo a Murcia, es el único y más
importante que pasaba por Tembleque, El Toboso, cruce de Manjavacas, El Provencio,
Murcia a Cartagena, por donde pasaban todos los personajes que iban a embarcar
desde Cartagena a Italia.
Este camino
donde don Quijote tuvo la pelea con los mercaderes toledanos, es el camino Toledo,
Murcia a Cartagena, no pasa cerca de Villanueva de los Infantes.
Estos caminos están en el repertorio de Juan Villuga
en el año 1546, y por Alonso Meneses en el año 1575.
A mediados del siglo XVIII, por el año 1772,
hicieron otro camino de dieciocho pies de ancho, que viene desde Madrid, Ocaña,
corral de Almaguer, Quintanar de la Orden, Mota del Cuervo, El Provencio,
Albacete, Murcia a Cartagena. Llamado en la actualidad camino real Madrid
Cartagena.
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